Crónicas de DMS Mexico No8 | DMS Mexico

Crónicas de DMS Mexico

Quinta Real Hotel Oaxac

Quinta Real Hotel Oaxaca

Quinta Real Hotel Oaxac

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"Mientras nos refrescamos con los sabores de la mixología local, disfrutamos de una actuación inspirada en la tradicional "Guelaguetza" oaxaqueña."

Conociendo Oaxaca A Través de Sus Sabores:
Una experiencia de Aprendizaje Culinario.

Viaje grupal de México de la International Caterers Association Educational Foundation

Tras las aventuras desarrolladas entre los sabores que radican en tierras poblanas y un panorámico recorrido de carretera, casi al mismo tiempo del ocaso del sol, unas cuantas maravillas oaxaqueñas estaban a punto de darnos la bienvenida al estado de Oaxaca.

Primeramente, llegamos al que sería nuestro hotel en el destino, el Quinta Real Oaxaca, el cual, es un recinto religioso que data del siglo XVI, el cual, presumiblemente es el primer convento en el país que se convirtió en hotel.

Justo después, recorrimos a pie algunas calles para aclimatarnos con los ánimos oaxaqueños y llegamos a un acogedor recinto donde los miembros del grupo participamos en una ceremonia espiritual prehispánica de bienvenida, donde se le pidió permiso y se les agradeció a los diversos elementos de la madre tierra por las maravillas de la vida.

Finalmente, terminamos el día con un coctel de bienvenida que tomó lugar en una de las terrazas más modernas de Oaxaca, y a la par que nos refrescábamos con los sabores de la mixología local, disfrutamos de una presentación a escala de la tradicional “Guelaguetza” oaxaqueña.

Al día siguiente, comenzamos a primeras horas del día, emprendiendo el rumbo hacia la ciudad prehispánica más importante de la región: Monte Albán. Una vez en esta, recorrimos cada uno de sus rincones para comprender mucho más acerca de los secretos de la cultura zapoteca.

Posteriormente, abordamos nuestro transporte nuevamente para dirigirnos hacia el pueblo de San Bartolo Coyotepec, donde aprendimos mucho más respecto a la tierra originaria del barro negro, una de las más tradicionales artesanías oaxaqueñas.

Y antes de regresar al centro de la ciudad de Oaxaca, realizamos una parada para poder refrescarnos y poder aprender un poco más respecto a la cultura oaxaqueña, y todo esto no podía ser mediante otra manera que no fuera tomando delicioso mezcal. En una mezcalería tradicional aprendimos sobre la elaboración y la influencia de este producto en la cultura local del estado.

"Durante nuestra visita a una mezcalería tradicional aprendimos sobre la elaboración e influencia de este producto en la cultura local del estado".

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Monte Alban

Traditional Oaxaca's Chocolate

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Una vez de vuelta al centro de la ciudad de Oaxaca, ya con la sed y el intelecto saciado, innegablemente era necesario un alimento… ¡y nada mejor que unas deliciosas tlayudas tradicionales para cerrar el día! Aunque, después de este generoso alimento, tuvimos que cerrar la noche con una breve caminata por la famosa “Iglesia de La Soledad”

Para nuestro último día, después de desayunar, comenzamos con un tour guiado por las icónicas calles del centro de la ciudad de Oaxaca, donde conocimos algunos de sus puntos turísticos y mercados más famosos, además, finalizamos probando el chocolate tradicional de esta tierra. De igual manera, en este recorrido comprendimos mucho más respecto a la influencia del estado en la cultura y cocina mexicana en general.

Posteriormente tuvimos un breve break para recargar pilas en el hotel, ya que necesitaríamos esas energías más tarde para lo que venía…

Por la tarde, nos transportamos a la zona de San Pablo Etla, donde el equipo de DMS Mexico con el apoyo de Chimalli Travel Group, llevaron al grupo a sumergirse en una de las tradiciones más bellas e icónicas de México: El día de muertos.

"Llevamos al grupo a sumergirse en una de las tradiciones más bellas e icónicas de México: el Día de Muertos".

En aquel recinto, los participantes, quienes tampoco perdieron la oportunidad de lucir sus mejores atuendos alusivos a la fecha, vivieron en carne propia la experiencia de celebrar un día de muertos…

Así que, en aquel recinto, los participantes experimentaron desde la íntima actividad del montar su propio altar a sus seres amados que ya no se encuentran entre nosotros hasta el ver caer la noche celebrando al imparable ritmo de una comparsa oaxaqueña completa que amenizaba nuestro día de muertos… sólo los celulares nos podían desmentir respecto a que en aquel lugar no era noviembre.

Y con esto, cerramos con gran gala y broche de otro una gran aventura de aproximadamente 10 días en las que simplemente fue imposible que faltara sabor, conocimiento y amor generado por la cultura mexicana, y una vez más… ¡las risas y buenos recuerdos de este viaje no faltaron!